viernes, 19 de julio de 2013



Planificación:
Estación de FÁBULA
Área  del conocimiento artístico: Literatura.
Contenido:
La fábula.
Objetivos:
·         Motivar al niño para que realice un acercamiento a la fábula.
·         Incrementar los hábitos y competencias lectoras.
Concepto: Texto narrativo
Actividad:
Apertura:
o Organizar el grupo ubicándolos en sillas.
o Presentar nuestra estación mediante la siguiente pregunta:
¿Por qué creen que el lugar está ambientado con diferentes animales?
Desarrollo:
o Lectura de la fábula por parte de la practicante.
o Reflexionar colectivamente una posible moraleja.
o Presentar imágenes que representan escenas de la fábula de forma desordenadas.
o Solicitar a los alumnos que  organicen las imágenes teniendo en cuenta la sucesión de los hechos de la fábula.
o Formular de forma oral preguntas reflexivas:

¿Has ayudado alguna vez a algún compañero?
¿Qué sientes cuando ayudas a alguien? 
Cuenta una situación en la que hayas perdonado a un compañero/a. ¿Valió la pena? ¿Por qué?
Cierre:
Conceptualizar fábula como texto literario y destacar su importancia en la enseñanza útil o moral.
Recursos:
º Texto, fábula “El león y el ratón”.
º Imágenes

Fundamentación:
La educación artística tendrá como propósito que los educandos alcancen a través de los diferentes lenguajes artísticos, una educación integral, promoviendo el desarrollo de la creatividad, la sensibilidad y la percepción, impulsando la creación de universos singulares que den sentido a lo que es significativo para cada ser humano.
La Educación Artística se encuentra inmersa en un proceso de revalorización en los ámbitos educativos. La importancia de la Educación Artística en la educación y en las escuelas es hoy reivindicada por artistas plásticos, escritores, músicos, docentes, psicólogos. Está comprobado que, al adquirir los valores del goce estético, aumenta la sensibilidad de las personas frente a todo lo que las rodea y sus capacidades para sentir y vivir plenamente.
Cada vez teorizamos más sobre leer, escribir, alfabetizar, sobre el concepto de literacidad y cada vez lo hacemos menos desde las emociones, los deseos, los límites, el sentido ético de la presencia humana en el mundo. Los libros y la lectura son formas de pensar, sentir, preguntarse, de establecer lugares de encuentro y espacios de aislamiento. Formar lectores siempre será darles a otros la posibilidad de hacerse dueños de su vida, lo que implica reconocer al otro.
Como decía Jesualdo Sosa:
«Se necesita en el maestro cierta dosis de sensibilidad y tacto poético para conducirlo más allá de esa mala factura literaria que se suele servir a los niños, a fin de que éstos sean capaces de desentrañar los verdaderos elementos emocionales que ella posee».
Si todos tenemos la necesidad de conocer, imaginar, reír, comunicarnos, pensar o conmovernos, debemos actuar para alfabetizar desde las emociones, y la literatura ayuda a realizar este propósito.
La literatura ofrece importantísimos soportes y modelos para comprender y representar la vida interior, la de los afectos, de las ideas, de los ideales, de las proyecciones fantásticas y, también, modelos para representarnos nuestro pasado, el de nuestra gente y el de los pueblos.
En la formación del lector es imprescindible la literatura infantil y juvenil. Es necesario recuperar la función de la lectura como “traspaso patrimonial” que asegure el conocimiento de textos clásicos como referentes colectivos.
La literatura infantil permite al niño iniciar el acceso a la literatura, desarrollar aprendizajes en sus distintas formas (narrativa, poética y dramática) a la vez que sirve como elemento de socialización.
Los niños al sentir el placer del lenguaje literario empiezan a conocer sus recursos estilísticos antes de poder analizarlos y producir textos con ellos.
Todos los textos literarios tienen perfiles y valores muchas veces comunes, pero cada modelo tiene características y estructuras propias que lo hacen particularmente valiosos.
En esta actividad se trabajará exclusivamente con fábulas, definidas como composiciones breves en las que los personajes suelen ser animales que presentan características humanas y concluyen con una enseñanza o moraleja.
En las fábulas “los animales han sido una suerte de mecanismos proyectivos en los que se documenta la moral de la gente” dice Graciela Olarriaga. Es un género fantástico, que maneja muy bien la sátira, busca la complicidad de los animales para hacer ver, a través de ellos, los errores de los hombres y, de alguna manera, buscar y encontrar su salvación.
Los niños disfrutan de las fábulas, aunque rechazan enseñanzas directas.
La actividad propuesta está enfocada a estimular el gusto por la lectura, por lo que se destaca la importancia de la creación del clima para desarrollarla en forma plena.
Un buen rincón de lectura es indispensable; el lugar, el espacio, la iluminación, el mobiliario y los materiales pueden y deben estar preparados para “invitar” a la lectura.  Deben ser pensados para “despertar al lector” que cada uno posee.
A parte de los factores físicos, se debe considerar también los pedagógicos. Esto implica generar un clima que invite a la libertad creadora sin restricciones, calificaciones ni evaluaciones.
La propuesta pedagógica que se plantee debe ser diversificada, dinámica, interesante y placentera.
En esta sociedad tecnificada y masificada, con el predominio de la imagen,  
donde lo más fácil es no pensar, debemos reflexionar, buscar y crear estrategias que alimenten el deseo de leer. 
Es necesario entonces crear un clima especial, cómodo y comunicativo, un clima de respeto, valoración y cooperación.

Bibliografía:
•          CEIP (2008). Programa de Educación Inicial y Primaria
•          Cocina Beatriz; 2009, “Animación a la lectura”, Montevideo Uruguay, Editorial Santillana.
•          Febrero 2009, Revistas Quehacer educativo N 85, 90, 122.
Uribe Verónica, 2006, “El libro de oro de las fábulas”, Caracas Venezuela, Editorial Ekaré, Segunda edición. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario